Una colección que no planeé, pero que tenía que pasar.

Nunca me imaginé diseñando pañuelos, pero los usaba tanto, tan seguido, que se volvieron casi que parte de mí. Un día me di cuenta de que eran un rasgo más de mi identidad. Y ahí fue clarísimo: tenía que hacer los míos.

No quería cualquier pañuelo. Quería crear ese que fuese mi favorito.

Por eso cada uno de ellos esta lleno de detalles, seda 100%, el tamaño ideal.

Aunque es un producto que empezó sin plan, terminó siendo algo demasiado personal como para no compartirlo.